V, la serie
La idea de V era sencilla: nazis from outer space. Useasé, nazis del espacio exterior. Es decir, vamos a hacer Top Secret pero con extraterrestres… El mismo emblema de los lagartos es una svástica tuneada.
Esta serie era tan cojonuda, que recuerdo que era capaz de detener un cumple y tenernos a todos con cara de flipaos viendo la tele con el vasito de plástico blanco de cocacola mezclada con fanta de naranja (se llevó ese combinado en los cumples más exclusivos) en la mano sin beber ni un trago por miedo a perderte un disparo de láser (que decían que eran carísimos que te cagas). ¿Os acordáis de la revista Teleindiscreta? Yo me la compraba solo por las pegatinas de V que traía grapadas, qué bonitas que eran…
Todo empieza una mañana de principios de la década de 1980. La acción intrahistórica, por usar un término muy hispano, se centra en un barrio de chalecitos muy lindos donde viven unas cuantas familias muy representativas de todo lo que acontecerá. Y todo sucede de manera rápida y sencilla: te levantas, sales a la calle, ves que todo el mundo está nervioso mirando al cielo y entonces lo ves: la estrella de la muete sobrevuela tu vecindario. Entonces, acojonao, pones la tele y compruebas que lo que pasa en tu casa pasa también en la del vecino y en el resto del mundo. Hostiashostiashostias!!! Lo cierto es que era chulísimo ver los informativos del resto del mundo. Recuerdo uno de Barcelona o así que te descojonabas (como en aquél episodio del equipo A donde se había secuestrado un habíon en el aeropuerto de Barcelona y la poli eran militares mejicanos vestidos de verde...).
Las naves nodriza mantienen el típico silencio que no presagia nada bueno… Hasta que baja una navecita chiquita y salen pa fuera un tío rubio con cara de buena persona,John, y una morena que está cañon con cara de zorrón, Diana (“uy, ojito con esa, ojito con esa…”, piensas). El rubio dice que van de muy buen rollo y que todo va a salir requete. Que es un día maravilloso este en el que dos culturas separadas por océanos de espacio-tiempo se juntan (con el lemita tonto de "FRIENSHIP IS UNIVERSAL"). Olé. La algarabía es general. La morena pone cara de póker…
Entonces la acción reposa en los fuertes hombros de, ni más ni menos, que el Señor de las Bestias (The Beastmaster), aquí conocido como Donovan, un periodista la mar de intrépido y astuto que no confía en los aparentemente amables “visitantes” (ese es el eufemismo para “inmigrante del espacio exterior”). Donovan, haciendo gala de todo su valentía y temeridad, se cuela en una de las naves chicas que suben y bajan y saca unas fotos mazo de chungas de los intereses culinarios de la morenaza y sus congéneres. Acojonao, delata su posición y se enfrenta a un “visitante” al que arranca un trozo de piel descubriendo que son lagartos antropomorfos recubiertos de piel que semeja la humana. Y aún más, descubre que los planes de los visitantes es comernos a todos por una pata. Jodó, qué chungos son los visitantes! (A partir de ahora, “lagartos de mierda”). Con semejante información regresa a la Tierra y lo retransmite.
Los lagartos de mierda se dedican a manejar con férrea disciplina a los humanos. Llevan a cabo una cruzada contra los científicos. Esto fue de las cosas que más me llamó la atención… ¿Científicos? ¿Así, sin más? ¿Al profe de 4 de EGB de naturales también? Pues sí, también. Al igual que se hizo con los judíos de toda Europa, los científicos son capturados y convertidos en whiskas en un periquete.
Entonces uno de los científicos, la doctora Julie Parrish, se pregunta: ¿y no se pueden ir todos estos lagartos de mierda a un terrario a tomar por culo de aquí? Claro que pueden, y será la líder de la resistencia humana en la zona de los USA en la que se centra la serie.
Para mí, los mejores eran Ham Tyler (Michael Ironside) y su compinche, el gordo de barbita. Eso sí que eran tipos duros y no el nenaza de Donovan y la atontá de Julie, que siempre tenía que pensar en el beneficio de la resistencia y esas cosas propias de los líderes. Estos dos se cepillaban a todo un escuadrón de lagartos de mierda en un pis pás.
Luego era entrañable ver a Freddy Kruegger haciendo de lagartija buena. Ver al zorrón humano al que deja preñá el lagarto atractivo también tenía su aquél (que dará a luz a la niña de las estrellas—una pedorra infame, por cierto, a la que comprarle ropa era una pérdida de tiempo— que se liará a su vez con un macarra con una moto Rieju de 50 cm3). Así como ver el rollo “juventudes hitlerianas” que se traían los lagartos: que yo tengo al niño ese en casa y no duermo por las noches, cágate con el puto crío ese… daba un miedo su mirada! Uno de los momentos más épicos es cuando descubren que han de disparar a las piernas de los lagartos para evitar sus peaso chalecos antibalas y luego, tras la victoria, el abuelo judío (su nieto era el de las juventudes lagartianas) pinta por primera vez la V roja sobre el cartel de “los visitantes somos gente honrá”… se me saltan las lágrimas.
Una web muy buena donde te hablan de mogollón de cosas curiosas de los lagartos y tal: http://thevisitors.info/ Acerca de la serie original y sus capítulos:1ª temporada: miniserie de tres episodios o así (en España en 6)2ª temporada: 3 episodios de casi dos horas de duración cada uno3ª temporada: 18 episodios de 45 minutos cada uno.El formato de la serie en España era como el de la 3ª temporada o la 1ª, es decir, todo episodios de 40-45 minutos de duración. Algunos cromos de la serie:
El albúm de cromos
Video de la cabecera.
Se me pone la piel de gallina con la musiquita… Pero lo que más me pone es el golpe pélvico que propina Donovan al lagarto del hangar en su loca huída de la nave nodriza con las fotos…
Diana demostrando que ya la puede tener grande Donovan que le va a caber de todos modos (esto nos pareció a todos la caña de peques, pero visto ahora es de lo más cutre)
Merchandising molón:
Diana mas viejuna jugando con ositos
Artículo: Devon Milles
3 comentarios
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Devon_Miles -
chopeman2003 -
Ahora en serio,la serie estaba genial,pero tendría que verla de nuevo para ver que tal se conserva con el paso del tiempo.